El Pontificio Consejo para ‘Justicia y Paz’ del
Vaticano, presidido por el cardenal Peter Turkson, ha propuesto la creación de
una Autoridad Política Mundial y un Banco Central Mundial para favorecer
“mercados libres y estables, disciplinados por un cuadro jurídico adecuado”
frente a la actual crisis económica y financiera.
Según ha explicado el dicasterio
vaticano, esta Autoridad debería tener “un horizonte planetario” al servicio
“del bien común”, aunque ha precisado que esta autoridad “no puede ser impuesta
por la fuerza, sino la expresión de un acuerdo libre y compartido” entre los
países. “El ejercicio de una autoridad así tendrá que ser necesariamente
super-partes”, destaca la nota publicada por la Radio Vaticana.
Así, la Santa Sede ha subrayado que los
gobiernos “no deberán servir incondicionalmente a la autoridad mundial” sino
que, por el contrario, debe ser esta autoridad “la que se debe poner al
servicio de todos los países miembros, según el principio de subsidiariedad”.
El Vaticano ha recordado que el objetivo
de esta autoridad será “crear mercados eficientes y eficaces para que no estén
protegidos por políticas nacionales paternalistas” y promover “una equitativa
distribución de la riqueza mundial” mediante “formas inéditas de solidaridad
fiscal global”.
No obstante, el Vaticano ha precisado que
“todavía queda mucho camino por recorrer antes de crear una autoridad pública
con competencia universal”, aunque ha recordado que será necesaria “una previa
práctica del multilateralismo”. Según indica, la Organización de las Naciones
Unidas sería la encargada de crear esta autoridad mundial.
BANCO CENTRAL MUNDIAL
Además, el dicasterio vaticano
ha destacado que la economía “necesita de la ética para su correcto
funcionamiento” y recuperar también “el primado de lo espiritual y la ética”,
así como “medidas de tasación de las transacciones financieras, mediante cuotas
equitativas” para contribuir “a la constitución de una reserva mundial y
sostener las economías de los países golpeadas por la crisis”.
Por ello, el Vaticano ha pedido que se
proceda a la reforma “del sistema monetario internacional” para dar vida “a una
forma de control monetario global” y ha subrayado que el Fondo Monetario
Internacional (FMI) “ha perdido su capacidad de garantizar la estabilidad
financiera global”.
Así, la Santa Sede ha
precisado que es necesario un organismo que desarrolle las funciones de “un
banco central mundial que regule el sistema de los cambios monetarios” y regule
las actividades “bancarias y financieras”.
Según explica la nota del dicasterio, la
comunidad internacional debe crear un cuerpo legislativo “mínimo y compartido
de reglas” para gestionar “el mercado financiero global”.
Fuente: www.europapress.es