viernes, 31 de agosto de 2012

El gobierno de Alaska prepara bodegas gigantes para almacenar alimentos para cinco años




Alaska es conocida por ser sus habitantes pioneros, autosuficientes y acostumbrados a lugares remotos y condiciones meteorológicas adversas.

Sin embargo a pesar de todo esto, el gobernador Sean Parnell esta preocupado de que suceda un gran terremoto o una erupción volcánica que dejaría a sus 720.000 residentes atrapados y separados de los alimentos y las líneas de suministro.

Su respuesta: Construir almacenes gigantes llenos de alimentos y suministros de emergencia.
El clima no es lo único que puede causar estragos en Alaska, donde los pequeños aviones son el medio de transporte preferido y donde conducir desde Seattle a Juneau requiere de 38 horas sin incluir el viaje extra en ferry.

El peor desastre natural para ese estado fue en 1964, cuando un terremoto de magnitud 9.2 y el tsunami resultante mató a 131 personas e interrumpió los sistemas eléctricos, cañerías de agua y líneas de comunicación en Anchorage y otras ciudades.

“Tenemos una motivación para hacer esto, porque la ayuda está muy lejos”, dijo John Madden, director de manejo de emergencias Alaska. El estado planea dos reservas de alimentos en o cerca de Fairbanks y Anchorage, dos ciudades que también tienen bases militares.

La construcción de las dos instalaciones de almacenamiento comenzará en uno o dos meses más, y las primeras entregas de alimentos en diciembre. El objetivo es tener comida suficiente para alimentar a 40.000 personas durante un máximo de una semana, incluyendo tres días de alimentos listos para consumir y cuatro días de alimentos a granel que pueden ser preparados y cocinados para grupos grandes.

No es inusual para los estados que habitualmente sufren huracanes tener suministros como agua, alimentos listos para el consumo, catres y mantas.Pero Alaska está interesado en alimentos con al menos cinco años de vida útil, que cumpla con los requisitos de nutrición, salud y culturales del estado.