El 11
de abril de 2012 un terremoto de 8,6 grados y
su posterior réplica
de 8,2 grados hicieron temblar la isla de Sumatra (Indonesia).
Ahora se han presentado dos investigaciones publicadas en la revista Nature,
que revelan que los sismos provocaron el inicio de una separación tectónica en
el interior de la placa indo australiana.
Ambos
estudios aportan información sobre las causas y consecuencias de estos dos terremotos
de desgarre. En este tipo de fenómenos, la tierra se desplaza horizontalmente
tras la ruptura de una falla en la región interior de una placa, a
diferencia de los terremotos de subducción, que se producen en los
límites tectónicos.
El primer
trabajo aborda los antecedentes del sismo y muestra que fue consecuencia de la
deformación que se está produciendo en la placa desde el mega terremoto
que se produjo en la misma zona en 2004.
Matthias
Delescluse, uno de los autores, explica a SINC que el evento de 2004 “añadió un
poco más de tensión a la zona, y esto provocó a medio plazo el sismo de 2012,
como una gota que desborda un vaso lleno de agua”.
Delescluse
apunta además que, en el movimiento de la placa indo australiana, “Australia se
mueve hacia el norte, mientras que India resiste este movimiento debido al
choque contra la cordillera del Himalaya, provocando una fractura en el
interior de la placa”.
En el
segundo estudio, un equipo dirigido por el sismólogo Thorne Lay analiza con
detalle el terremoto de Sumatra y revela que el temblor provocó la
ruptura de al menos cuatro fallas en 160 segundos, y que el fenómeno “forma
parte del proceso de separación de la placa indo australiana en dos placas
separadas”, en palabras del propio Lay para SINC.
El sismo
principal se originó en el interior de la placa, a diferencia de los ocurridos
en la zona en 2004, 2005 y 2007, que sucedieron por subducción, una placa se
introduce por debajo de la otra, en los límites tectónicos. Según Lay, “el de
2012 es el temblor más grande ocurrido en el interior de una placa tectónica
registrado por nuestros instrumentos”.
El
investigador concluye que el terremoto “activó el sistema de fallas y
esta sería la fase temprana de la fractura. Pasarán decenas de millones de años
hasta que se defina el límite”.
La revista
publica además un tercer estudio, dirigido por Fred Pollitz, que analiza el impacto global de aquel terremoto. El trabajo muestra que, en los
seis días posteriores al 11 de abril, el número de terremotos de más de 5,5
grados ocurridos a más de 1.500 kilómetros de distancia del de Sumatra se
multiplicó por cinco.
Según indica Pollitz a SINC, “ningún otro movimiento
telúrico ha desencadenado tantas grandes réplicas en todo el mundo
como este”.