Los Ríos del Paraíso
El libro del Génesis dice que del Edén surgían las aguas principales de los cuatro ríos del paraíso. Los nombres de estos son dados como Pisón, Guihón, Hiddekel y el Éufrates. De estos cuatro, sólo el último puede ser debidamente identificado por su nombre. El Éufrates fluye a través del Kurdistán turco, Siria e Irak antes de desembocar en el Golfo Pérsico.
Los otros tres fueron identificados por los primeros estudiosos de la Biblia, respectivamente, con el Ganges de la India (aunque en ocasiones con el Orontes del norte de Siria), el Nilo de África y el Tigris, del Asia occidental, que, al igual que su río hermano, el río Éufrates, fluye a través de Irak y desemboca en el Golfo Pérsico.
Los dos primeros fueron elegidos como sustitutos adecuados, simplemente porque eran considerados por los estudiosos como los ríos más caudalosos del mundo clásico, sólo la conexión entre el Tigris y el Hiddekel hizo algún tipo de sentido geográfico.
De ninguna manera podría decirse que estos cuatro ríos surgían en la misma región geográfica, un problema que fue convenientemente pasado por alto por los teólogos antes del re-descubrimiento de la cartografía en el siglo XVI. Otras fuentes, en particular la Iglesia Armenia, aceptó el Éufrates y el Tigris como dos de los cuatro ríos del paraíso, pero optó por asociar a los otros dos, el Pisón y Guihón, con, respectivamente, el Gran Zab (Greater Zab), que nace en el Kurdistán turco y desemboca en el Tigris, y el Araxes, que nace en Armenia y desemboca en el Mar Caspio.
Habría tenido la razón la Iglesia de Armenia para hacer esto?
Posiblemente sí, puesto que fueron los habitantes de la región geográfica en cuestión y pudieran haber tenido acceso a las tradiciones locales no disponibles para el mundo teológico exterior.
Cualquiera que hubiera sido la identidad de los cuatro ríos del paraíso, la tradición kurda emplaza sus cabeceras en las cercanías del lago Van, un enorme mar interior – de unos 60 kilómetros de diámetro y alrededor de 35 millas de ancho – situado en la frontera entre el Kurdistán turco y Armenia.
De hecho, la leyenda registra que el Jardín del Edén está ahora “en el fondo del lago Van”, después de haber sido sumergido bajo las olas en el tiempo de la Gran Inundación.
Curiosamente, es la montaña de Cudi Dag o Monte Judi, al sur del lago Van en la que los musulmanes, así como las diversas creencias de origen kurdo localizan el lugar llamado Lugar de Descender, el sitio donde el Arca de Noé fue a parar después de del Gran Diluvio.
La atribución de este mismo lugar con el más familiar Monte Ararat es una invención puramente cristiana que no tiene ninguna base real en la tradición religiosa temprana.
Todo esto implica que tanto los compiladores del Libro del Génesis, colocan, tanto el lugar de nacimiento de la humanidad, es decir, el Jardín del Edén, como su punto de regeneración después de la Gran Inundación, en la misma región de Kurdistán del norte, sin duda, un indicio del hecho de que la clave de los orígenes de los Vigilantes residía en esta misma área geográfica del mapa.
Fuente: bibliotecapleyades.net
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