sábado, 9 de julio de 2011

La Montaña Celestial


La Montaña Celestial


     Hay mucho más, sin embargo, ya que no son solamente las razas de Irán y judías que citan a Kurdistán como la cuna de la civilización. Las mitologías, tanto de los sumerios, que gobernaron las ciudades-estados de Mesopotamia alrededor del 3000 A.C. en adelante, como sus eventuales conquistadores, los acadios, colocan la tierra de los dioses en esta misma región exacta.

     Los acadios se originaron como una raza semita, o proto-hebrea, raza de origen incierto, y en su literatura religiosa, se refieren a ésta bóveda celestial como Kharsag Khurra, la montaña celestial. Aquí los dioses, también conocidos como los Anannage, vivían en un reino paradisíaco de jardines, huertos, templos y campos de regadío que no sólo se parecen a los siete cielos descritos en el Libro de Enoc, sino que en realidad se le refiere en más de una ocasión como Edin, la palabra acadia para “estepa” o “meseta”.

   Vinculando aún más a Kharsag con el dominio judío de los ángeles es el conocimiento de que los Anannage, como los Vigilantes enoquiano, eran gobernados por un consejo de siete. Estos, sin duda, se igualan a los siete arcángeles del Judaísmo de post-exilio, así como los seis llamados Amesha Spentas, o “espíritus generosos”, quienes, con el dios supremo Ahura Mazda, presiden sobre las jerarquías angélicas en la tradición iraní.

    Fueron los Anannage, los dioses y diosas de Kharsag, simplemente otra forma de literatura de los Vigilantes Enoquiano y del Mar Muerto, cuya patria era un asentamiento agrícola elevado llamado Edén, o cielo, ubicado en algún lugar en medio de las montañas de Kurdistán?

La Búsqueda de Dilmun

    Kharsag no es el único nombre usado por los antiguos mesopotámicos para referirse a su lugar de los primeros comienzos. Esta cuna de la civilización era también conocida por el nombre de Dilmun, o Tilmun. Aquí, se dijo, el dios E a y su esposa fueron puestas a iniciar “una era sin pecado de completa felicidad”.

   Aquí también los animales vivían en paz y armonía, el hombre no tenía rival y el dios Enlil “en una lengua dio alabanza”.

   También es descrito como una morada pura, limpia y “brillante”, “de los inmortales”, donde la muerte, la enfermedad y el dolor son desconocidos y a algunos mortales se les ha dado “la vida como un dios”, palabras que recuerdan a la Vaejah Airyana, el reino de los inmortales en los mitos y leyendas de Irán, y la tradición hebrea del Edén.

   Aunque Dilmun se iguala por la mayoría de los académicos con la isla de Bahréin en el Golfo Pérsico, no hay evidencia que sugiera que un mítico Dilmun mucho antes estaba situado en una región montañosa más allá de las llanuras de sumeria. Pero ¿dónde exactamente se ubica?

   Las inscripciones mesopotámicas no lo dicen, sin embargo, el texto zoroástrico Bundahishn y los registros cristianos de Arbela en el Kurdistán iraquí se refieren a una ubicación llamada Dilamun como que existió alrededor del cauce del los ríos Tigris, al sur-oeste del Lago Van – en la misma zona en la que se dice que ha sido localizado el Edén bíblico.

  Además, EA (el Enki acadio) se decía que había presidido el concurso de dos grandes ríos de Mesopotamia – los ríos Tigris y Éufrates – que se muestran en las representaciones como derivándose de cada uno de sus hombros. Esto, sin duda alguna, habría querido decir que las aguas principales, o fuentes de esos ríos tendrían que haber sido considerados como sagradas a E a por las culturas de la Media Luna Fértil de Mesopotamia.

   Más curioso es el conocimiento de que, como en el hebreo y el mito de Irán, no parece haber sido una caída de los dioses de Anu, los Anannage. Mientras que 300 de ellos permanecieron en el cielo, otros 600, bajo la dirección de Nergal, el dios del mundo subterráneo, se instalaron entre la clase mortal.

   Aquí le proporcionaron todo a la humanidad, desde la agricultura básica, a la astronomía, la irrigación de las tierras, la creación de tecnología y la sociedad estructurada.

¿Suena familiar?

   Estos Anannage rebeldes vivieron “en la tierra”, una referencia a un “mundo subterráneo”, un dominio relacionado con la antigua ciudad de Kutha, al norte de Babilonia.

   En esta “Casa de la Oscuridad vivían” demonios” y Edimmu, vampiros gigantes chupa-sangre que regresaban al mundo de la superficie al caer la noche para robar las almas de los muertos vivientes.

  • ¿Podrían estos seres infernales ser un recuerdo distorsionado de los Vigilantes rebeldes y sus monstruosos hijos, los Nefilim?
  • ¿Podrían estos ángeles caídos haber vivido en ciudades subterráneas después de su descenso a las llanuras?
Los Cuerpos de los Pájaros

   La antigua Mesopotamia fue padre de un conjunto de panteones de diablos y demonios – cada clase tiene su propia apariencia, funciones y atributos. Algunos eran beneficiosos para la humanidad, mientras que otros sólo causaron dolor, sufrimiento y tormento en el mundo de los mortales.

    En la historia del descenso de la diosa Ishtar a los infiernos, conservado en la tradición asirio-babilónica, los “jefes” de la “Casa de las Tinieblas” se dice que eran “como las aves cubiertas de plumas”, que “desde los días de antaño dominaban la tierra, (y) para quienes los dioses Anu y Bel han dado terribles nombres”.

   En una tablilla cuneiforme escrita en la ciudad de Kutha por un escriba que “en el templo de Sitlam, en el santuario de Nergal”, describe las incursiones de una raza de demonios en Mesopotamia, impulsada por los dioses en una región inferior.

   Se dice que le hicieron la guerra a un rey no identificado durante tres años consecutivos y que tenían la apariencia de: 

   Hombres con cuerpos de aves del desierto,

   Seres humanos con rostros de cuervos, estos los grandes dioses crearon, y en la tierra, los dioses crearon para ellos una morada…

   En medio de la tierra crecieron y se hicieron grandes, y aumentaron en número, Siete reyes, hermanos de la misma familia, seis mil en número fueron su pueblo.

   Estos “hombres con los cuerpos de aves” fueron considerados como “demonios”. 

   Ellos aparecerían sólo una vez que una tormenta de nubes hubiera consumido los desiertos y masacraría a aquellos a quienes tomarían cautivos, antes de regresar a una región inaccesible por otro año.

   Parecieran haber muchas razones para sugerir que estos feroces “demonios” no eran para nada eran espíritus incorpóreos, sino seres de carne y hueso adornados con mantos de plumas y parafernalia de las aves.

   ¿Pero, ¿quiénes eran estos demonios humanos, y cómo se relacionan con el desarrollo de la civilización de Mesopotamia?

Fuerzas Inciertas

   Los sumerios eran un pueblo único, con su propia lengua y cultura. Nadie conoce su verdadero origen o el lugar exacto donde ellos pudieran haber obtenido las semillas del conocimiento que les ayudó a establecer las varias ciudades-estado durante el cuarto milenio antes de Cristo. Sin embargo, los sumerios mismos fueron bastante explícitos en este punto.

  Dijeron que su cultura entera había sido heredada de los Anannage, los dioses de Anu, que había venido de un territorio ancestral en las montañas. Para enfatizar este punto, ellos utilizaron un ideograma de una montaña para denotar “el país”, es decir, sumeria, y construyeron zigurats de siete niveles en honor de los dioses fundadores.

  ¿Sería posible, por lo tanto, que la propuesta de la cultura de los Vigilantes de Kurdistán proporcionara el impulso para el surgimiento de la civilización occidental?

   Los arqueólogos no tienen ningún problema en aceptar a Kurdistán como la cuna de la civilización del Cercano Oriente. Poco después de la recesión de la última Edad de Hielo, aprox. En 8500 A.C., surgieron en esta región algunos de los ejemplos más tempranos de la agricultura, la domesticación de los animales, el horneado y pintado de cerámica, la metalurgia y herramientas y utensilios elaborados de obsidiana.

   Curiosamente, desde aprox. 5750 A.C. en adelante por varios cientos de años, el comercio de obsidiana en bruto y trabajada a través de todo Kurdistán parece haber estado centrada alrededor de un volcán extinto llamado Nemrut Dag en el sur-oeste de las costas del Lago Van, la muy zona donde es muy probable que hayan han sido localizadas las míticas tierras del Edén y Dilmun es probable que han sido localizados.

   Kurdistán fue indudablemente el punto de origen de la supuesta explosión neolítica a partir del noveno milenio A.C. en adelante.

    De hecho, es debido a que este estilo de vida de esta comunidad que se estableció en Kurdistán fue la primera forma conocida de trueque simbólico desarrollada.

   Este método primitivo de cambio condujo a la creación del alfabeto escrito, al primer sistema de ideogramas en la llanura mesopotámica, en algún momento, durante el cuarto milenio A.C.. Por tanto, es comprensible que la civilización surgiera por primera vez en el Creciente Fértil durante esta misma edad. Desde aquí, por supuesto, se extendió rápidamente a muchas otras regiones del Viejo Mundo.

   A la luz de esta información pareciera que la evolución del Medio Oriente hubiera sido corta y seca, las acciones de unas cuantas sofisticadas granjas comunales proteolíticas ubicadas en las montañas y estribaciones de Kurdistán, siendo responsables por el crecimiento de la sociedad civilizada. Sin embargo, lo que provocó la llamada “explosión del neolítico», y ¿por qué empezó todo en esta remota, y muy montañosa región?

  Algo faltaba, pues, como ha observado Mehrdad R. Izady, conocido estudioso de la historia cultural kurda:

   Los habitantes de esta tierra pasaron a través de una fase inexplicable de una acelerada evolución tecnológica, impulsada por fuerzas todavía inciertas.

   Antes bien, rápidamente sacaron ventaja a las comunidades de los alrededores, la mayoría de las cuales estuvieron también entre las sociedades tecnológicas más avanzadas del mundo, para emprender la transformación de una baja densidad, de cazadores-recolectores a una economía de alta densidad, de producción de alimentos.

  • ¿Cuáles podrían haber sido estas “fuerzas aún inciertas”?
  • ¿Eran ellos los Vigilantes, de quienes se dice que le proporcionaron a la humanidad las artes prohibidas y las ciencias de los cielos?
  • Si es así, ¿es que yo estaba ignorando importante evidencia ya descubierta por las palas de los arqueólogos y paleontólogos que podría sostener semejante hipótesis salvaje?
Fuente: bibliotecapleyades.net

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