martes, 29 de enero de 2013

SIGUE AVANZANDO EL GOBIERNO MUNDIAL





El proceso clave que permite comprender cómo funciona realmente el mundo de hoy lo vemos en la creciente privatización del poder a nivel global. Se ha vaciado a las estructuras públicas tradicionales agrupadas en torno al Estado nacional soberano de su poder, para transferirlo y concentrarlo en organizaciones privadas de diverso tipo. Entes privados numéricamente pequeños pero extremadamente poderosos desde el punto de vista de su influencia en todos los ámbitos y su capacidad para imponer su voluntad sobre el mundo entero.

El ‘cerebro’ de este sistema de poder mundial privatizado lo hallamos en la nutrida red de entes de planificación geopolítico denominados ‘think tanks’ (bancos de cerebro).

Existen cientos de estos ‘think tanks’ que permanente y dinámicamente evalúan, analizan, planifican y preparan planes de acción para lograr el control mundial integral. Dado que el poder es -siempre ha sido y siempre será- vertical y autoritario, vemos que un grupo pequeño de estos entes ubicado en la cima de la pirámide de poder global parece siempre tener la palabra final en todos los temas clave. 

Esto nada tiene de ‘conspirativo’, por cuanto todos estos entes tienen nombre, domicilio, sitios en internet y nóminas de miembros: la Comisión Trilateral (fundada por intereses coaligados de Rockefeller, Rothschild, Morgan, Warburg en 1973), el Instituto Real de Relaciones Internacionales (también conocido como Chatham House fundado en Londres en 1919), la ‘Conferencia Bilderberg’ (asociación más informal de individuos con enorme poder que se reúne anualmente desde 1954), y muy especialmente el neoyorquino Council on Foreign Relations (CFR, Consejo de Relaciones Exteriores).

Creado en 1919 luego de la primera guerra mundial por los más poderosos banqueros, industriales y grupos de interés de la época, el CFR se ha consolidado siendo hoy una suerte de ‘cerebro del mundo’ que coordina amplios procesos políticos, económicos, financieros, geopolíticos y sociales en todo el mundo; cada uno según sus características intrínsecas, posibilidades y potencialidades, y velocidades naturales de desarrollo y maduración.

Esta estructura de grupos de poder global –los ‘dueños del poder mundial’– tiene como objetivo ulterior la paulatina creación e imposición de un Gobierno Mundial controlado desde sus propias instancias privadas. Para ello, han logrado que sus miembros, acólitos, empleados de alta gama, y servidores diversos -sea por ambición personal, alineamiento filosófico o incluso ignorancia programada- hagan su voluntad y cumplan con funciones muy precisas dentro de una complejísima maquinaria que conduce inexorablemente hacia el anhelado Gobierno Mundial. En verdad, se trata de unas pocas decenas de miles de individuos que deciden por los 7.000 millones de habitantes del planeta.

El ‘Consejo de Consejos’

 Un indicio más de que el CFR hoy sigue impulsando planes globales para imponer un Gobierno Mundial lo observamos en la iniciativa denominada el ‘Consejo de Consejos’, mediante la cual el CFR se propone coordinar las actividades de un conjunto de los más relevantes ‘think tanks’ alineados con el proyecto mundialista dentro del ámbito de los países del Grupo de los Veinte, G20.
No habrá de sorprender la innegable preocupación que Rusia y China les genera a los ‘dueños del poder’, lo que motivó que su segunda conferencia tuviera lugar en Moscú el pasado 12 y 13 de diciembre para evaluar la próxima presidencia rusa del G20, la crisis en Siria y el funcionamiento del Consejo de Seguridad de la ONU en el que Rusia es miembro permanente.

Su primera conferencia realizada a finales de octubre de 2012 ya había abordado la necesidad de estabilizar el sistema financiero global, impulsar una creciente liberalización del comercio, conjurar la amenaza de proliferación en Asia (aludiendo a Corea del Norte), y planificar el futuro de la cooperación asiática en materia de seguridad (aludiendo al creciente poder de China).

En la conferencia inaugural del ‘Consejo de Consejos’, llevada a cabo en Washington DC el 12 y 13 de marzo del año pasado, se definieron los cuatro ejes principales que más preocupan a los dueños del poder mundial en la actual etapa del proceso hacia la imposición de un Gobierno Mundial:
 
• La situación general de gobernabilidad global y cooperación multilateral. O sea, la influencia y poder económico de China, la influencia política y diplomática de Rusia, y el creciente poderío militar de estas dos naciones.

• El estado de la no proliferación nuclear centrado en Irán. Este es uno de los ejes en la “lucha contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva” que las potencias occidentales utilizan en Oriente Medio, y que ha derivado en la destrucción de Afganistán e Irak a partir de los ataques e invasiones de EE.UU. y la OTAN en 2001 y 2003 respectivamente; y la creciente agresión contra Irán que abarca desde el asesinato de sus científicos y funcionarios de Gobierno, ciberataques contra sus instalaciones, hasta las arbitrarias y durísimas sanciones económicas. Todo ello viene ocasionando millones de muertes en estos y otros países a manos de Occidente. Por supuesto, en estas conferencias no hay ni una sola palabra sobre el arsenal nuclear ilegal de Israel.

•El futuro del dólar como moneda de reserva mundial. Los dueños del poder mundial pretenden administrar el colapso controlado del sistema financiero mundial y de las monedas de todos los países –especialmente el dólar y el euro– para reemplazarlas (en el momento que a ellos más les convenga) por una moneda mundial controlada desde algún ente supranacional privado bajo su control.

En verdad, la gigantesca crisis financiera y económica desatada desde 2008 ha sido ocasionada directamente por los megabancos globales que a su vez controlan los bancos centrales de casi todos los países. A través de complejísimos mecanismos financieros, esos megabancos imponen catastróficas distorsiones financieras, monetarias y salvajes que solo les benefician a ellos, al tiempo que aniquilan a decenas de millones de trabajadores de todos los países del mundo. Resultado de ello es la enorme concentración del poder financiero en torno a media docena de megabancos –Goldman Sachs, CitiCorp, HSBC, JPMorganChase, Credit Suisse y DeutscheBank, todos controlados por el grupo Rockefeller/Rothschild/Warburg/Schiff– que se han encumbrado por encima de las leyes de todos los países del mundo.

En verdad, dentro de la estructura de poder global privatizada son los megabancos los que imponen las leyes en EE.UU., el Reino Unido, la Unión Europea y demás países de Occidente. Este proceso permite comprender los ataques coordinados llevados a cabo contra toda nación que pretenda mantener un banco central independiente de los megabancos mundiales: Libia, Irán, Irak, Siria…

• Criterios para intervenciones humanitarias a la luz del cambio de régimen en Libia y la crisis actual en Siria. En otras palabras, se trata de esquemas de guerra psicológica para justificar intervenciones armadas e invasiones de EE.UU., Reino Unido, Francia, la OTAN e Israel contra Irak, Afganistán, Libia, Siria, Palestina, Mali, Somalia, Líbano, Siria y muchas más por venir. No es casualidad que en cada caso, los ‘luchadores por la libertad’ –facinerosos armados, financiados y entrenados por Occidente– terminan luchando codo a codo con operativos de Al Qaeda, otra creación de la CIA, el MI6 y el Mossad.

Reorganización Geopolítica

 Cada crisis que el CFR coloca como “necesitados de urgente reforma” ha sido creada directa o indirectamente por ellos mismos, y hoy sirven para justificar diferentes tipos de conferencias, cumbres y reuniones en las que se propone una amplia gama de ‘soluciones’, siempre funcionales a sus propios objetivos. En verdad, lo que se esconde detrás de todo esto es la necesidad de crear una justificación para poder atacar de manera integral y desde todos los ángulos posibles, al gran ‘Enemigo Público Número Uno’ de los ‘dueños del poder mundial’: el Estado nacional soberano en todos los países.

Uno de los miembros e intelectuales más sobresalientes del CFR, Zbigniew Brzezinski – también fundador e ideólogo de la Comisión Trilateral y ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter– lo expuso elocuentemente en un libro publicado en 1970:

“Entre dos edades: el rol de los Estados Unidos en la era tecno trónica”, al decir que: “la era tecno trónica implica el surgimiento gradual de una sociedad más controlada. Una sociedad semejante quedará dominada por una élite sin ataduras con los valores tradicionales. Pronto será posible imponer esquemas de vigilancia casi permanentes sobre cada ciudadano y mantener archivos completos y actualizados de los mismos, que estarán disponibles instantáneamente para las autoridades”.

“En la sociedad tecno trónica, la tendencia pareciera ser hacia lograr el apoyo agregado de millones de ciudadanos descoordinados entre sí y fácilmente controlables por personalidades magnéticas y atractivas, que permitan manipular sus emociones y controlar su razonamiento”.

“Hoy somos testigos del surgimiento de elites transnacionales vinculadas más allá de toda frontera nacional.  Seguramente, pronto las élites sociales de las naciones más avanzadas serán altamente internacionalistas o globalitas en espíritu y en su perfil intelectual. El Estado-nación cederá gradualmente su soberanía… Se tendrán que hacer esfuerzos más intensos para darle forma a una nueva estructura monetaria mundial, lo que llevará riesgos consecuentes a la posición relativamente favorable de los EE.UU.”.

En este libro publicado hace 43 años, Brzezinski incluso prevé que “para el año 2018, la tecnología pondrá a disposición de los líderes de las principales naciones una amplia gama de técnicas para llevar a cabo guerras secretas para las cuales se necesitará de apenas un mínimo de fuerzas de seguridad en el campo. Una nación podrá atacar a otra nación competidora de manera encubierta utilizando medios bacteriológicos, o debilitar totalmente a la población (aunque con un mínimo de fatalidades) antes de controlar a sus Fuerzas Armadas. Alternativamente, técnicas de modificación climática podrán emplearse para generar periodos extensos de sequía o de tormentas…”.

 Este es el mismo Zbigniew Brzezinski que desde los estrados del CFR anunció hace pocos años que el mayor peligro actual para los ‘dueños del poder mundial’ yace en “el creciente despertar político de las masas”.

Como podrá apreciar el lector, estamos todos inmersos en una verdadera guerra global de alcances mundiales, por más que la gran mayoría de la población no haya tomado conciencia cabal de ello…. 

¡aún!

 Adrian Salbuchi para RT

Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentador de radio y televisión en Argentina. www.proyectosegundarepublica.com