El proceso clave que permite
comprender cómo funciona realmente el mundo de hoy lo vemos en la creciente privatización
del poder a nivel global. Se ha vaciado a las estructuras públicas
tradicionales agrupadas en torno al Estado nacional soberano de su poder, para
transferirlo y concentrarlo en organizaciones privadas de diverso tipo. Entes
privados numéricamente pequeños pero extremadamente poderosos desde el punto de
vista de su influencia en todos los ámbitos y su capacidad para imponer su
voluntad sobre el mundo entero.
El ‘cerebro’ de este sistema de
poder mundial privatizado lo hallamos en la nutrida red de entes de
planificación geopolítico denominados ‘think tanks’ (bancos de cerebro).
Existen cientos de estos ‘think
tanks’ que permanente y dinámicamente evalúan, analizan, planifican y preparan
planes de acción para lograr el control mundial integral. Dado que el poder es
-siempre ha sido y siempre será- vertical y autoritario, vemos que un grupo
pequeño de estos entes ubicado en la cima de la pirámide de poder global parece
siempre tener la palabra final en todos los temas clave.
Esto nada tiene de ‘conspirativo’,
por cuanto todos estos entes tienen nombre, domicilio, sitios en internet y
nóminas de miembros: la Comisión Trilateral (fundada por intereses coaligados
de Rockefeller, Rothschild, Morgan, Warburg en 1973), el Instituto Real de
Relaciones Internacionales (también conocido como Chatham House fundado en
Londres en 1919), la ‘Conferencia Bilderberg’ (asociación más informal de
individuos con enorme poder que se reúne anualmente desde 1954), y muy
especialmente el neoyorquino Council on Foreign Relations (CFR, Consejo de
Relaciones Exteriores).
Creado en 1919 luego de la
primera guerra mundial por los más poderosos banqueros, industriales y grupos
de interés de la época, el CFR se ha consolidado siendo hoy una suerte de
‘cerebro del mundo’ que coordina amplios procesos políticos, económicos,
financieros, geopolíticos y sociales en todo el mundo; cada uno según sus
características intrínsecas, posibilidades y potencialidades, y velocidades
naturales de desarrollo y maduración.
Esta estructura de grupos de
poder global –los ‘dueños del poder mundial’– tiene como objetivo ulterior la
paulatina creación e imposición de un Gobierno Mundial controlado desde sus
propias instancias privadas. Para ello, han logrado que sus miembros, acólitos,
empleados de alta gama, y servidores diversos -sea por ambición personal,
alineamiento filosófico o incluso ignorancia programada- hagan su voluntad y
cumplan con funciones muy precisas dentro de una complejísima maquinaria que
conduce inexorablemente hacia el anhelado Gobierno Mundial. En verdad, se trata
de unas pocas decenas de miles de individuos que deciden por los 7.000 millones
de habitantes del planeta.
El
‘Consejo de Consejos’
Un indicio más de que el
CFR hoy sigue impulsando planes globales para imponer un Gobierno Mundial lo
observamos en la iniciativa denominada el ‘Consejo de Consejos’, mediante la
cual el CFR se propone coordinar las actividades de un conjunto de los más
relevantes ‘think tanks’ alineados con el proyecto mundialista dentro del
ámbito de los países del Grupo de los Veinte, G20.
No habrá de sorprender la
innegable preocupación que Rusia y China les genera a los ‘dueños del poder’,
lo que motivó que su segunda conferencia tuviera lugar en Moscú el pasado 12 y
13 de diciembre para evaluar la próxima presidencia rusa del G20, la crisis en
Siria y el funcionamiento del Consejo de Seguridad de la ONU en el que Rusia es
miembro permanente.
Su primera conferencia realizada
a finales de octubre de 2012 ya había abordado la necesidad de estabilizar el
sistema financiero global, impulsar una creciente liberalización del comercio,
conjurar la amenaza de proliferación en Asia (aludiendo a Corea del Norte), y
planificar el futuro de la cooperación asiática en materia de seguridad
(aludiendo al creciente poder de China).
En la conferencia inaugural del
‘Consejo de Consejos’, llevada a cabo en Washington DC el 12 y 13 de marzo del
año pasado, se definieron los cuatro ejes principales que más preocupan a los
dueños del poder mundial en la actual etapa del proceso hacia la imposición de
un Gobierno Mundial:
• La situación general de
gobernabilidad global y cooperación multilateral. O sea, la influencia y poder
económico de China, la influencia política y diplomática de Rusia, y el
creciente poderío militar de estas dos naciones.
• El estado de la no
proliferación nuclear centrado en Irán. Este es uno de los ejes en la “lucha
contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva” que las potencias
occidentales utilizan en Oriente Medio, y que ha derivado en la destrucción de
Afganistán e Irak a partir de los ataques e invasiones de EE.UU. y la OTAN en
2001 y 2003 respectivamente; y la creciente agresión contra Irán que abarca
desde el asesinato de sus científicos y funcionarios de Gobierno, ciberataques
contra sus instalaciones, hasta las arbitrarias y durísimas sanciones
económicas. Todo ello viene ocasionando millones de muertes en estos y otros
países a manos de Occidente. Por supuesto, en estas conferencias no hay ni una
sola palabra sobre el arsenal nuclear ilegal de Israel.
•El futuro del dólar como moneda
de reserva mundial. Los dueños del poder mundial pretenden administrar el
colapso controlado del sistema financiero mundial y de las monedas de todos los
países –especialmente el dólar y el euro– para reemplazarlas (en el momento que
a ellos más les convenga) por una moneda mundial controlada desde algún ente
supranacional privado bajo su control.
En verdad, la gigantesca crisis
financiera y económica desatada desde 2008 ha sido ocasionada directamente por
los megabancos globales que a su vez controlan los bancos centrales de casi
todos los países. A través de complejísimos mecanismos financieros, esos
megabancos imponen catastróficas distorsiones financieras, monetarias y
salvajes que solo les benefician a ellos, al tiempo que aniquilan a decenas de
millones de trabajadores de todos los países del mundo. Resultado de ello es la
enorme concentración del poder financiero en torno a media docena de megabancos
–Goldman Sachs, CitiCorp, HSBC, JPMorganChase, Credit Suisse y DeutscheBank,
todos controlados por el grupo Rockefeller/Rothschild/Warburg/Schiff– que se
han encumbrado por encima de las leyes de todos los países del mundo.
En verdad, dentro de la
estructura de poder global privatizada son los megabancos los que imponen las
leyes en EE.UU., el Reino Unido, la Unión Europea y demás países de Occidente.
Este proceso permite comprender los ataques coordinados llevados a cabo contra
toda nación que pretenda mantener un banco central independiente de los
megabancos mundiales: Libia, Irán, Irak, Siria…
• Criterios para intervenciones
humanitarias a la luz del cambio de régimen en Libia y la crisis actual en
Siria. En otras palabras, se trata de esquemas de guerra psicológica para
justificar intervenciones armadas e invasiones de EE.UU., Reino Unido, Francia,
la OTAN e Israel contra Irak, Afganistán, Libia, Siria, Palestina, Mali,
Somalia, Líbano, Siria y muchas más por venir. No es casualidad que en cada
caso, los ‘luchadores por la libertad’ –facinerosos armados, financiados y
entrenados por Occidente– terminan luchando codo a codo con operativos de Al
Qaeda, otra creación de la CIA, el MI6 y el Mossad.
Reorganización
Geopolítica
Cada crisis que el CFR
coloca como “necesitados de urgente reforma” ha sido creada directa o
indirectamente por ellos mismos, y hoy sirven para justificar diferentes tipos
de conferencias, cumbres y reuniones en las que se propone una amplia gama de
‘soluciones’, siempre funcionales a sus propios objetivos. En verdad, lo que se
esconde detrás de todo esto es la necesidad de crear una justificación para
poder atacar de manera integral y desde todos los ángulos posibles, al gran
‘Enemigo Público Número Uno’ de los ‘dueños del poder mundial’: el Estado
nacional soberano en todos los países.
Uno de los miembros e
intelectuales más sobresalientes del CFR, Zbigniew Brzezinski – también
fundador e ideólogo de la Comisión Trilateral y ex asesor de Seguridad Nacional
del presidente Jimmy Carter– lo expuso elocuentemente en un libro publicado en
1970:
“Entre dos edades: el rol de los
Estados Unidos en la era tecno trónica”, al decir que: “la era tecno trónica
implica el surgimiento gradual de una sociedad más controlada. Una sociedad
semejante quedará dominada por una élite sin ataduras con los valores tradicionales.
Pronto será posible imponer esquemas de vigilancia casi permanentes sobre cada
ciudadano y mantener archivos completos y actualizados de los mismos, que
estarán disponibles instantáneamente para las autoridades”.
“En la sociedad tecno trónica, la
tendencia pareciera ser hacia lograr el apoyo agregado de millones de
ciudadanos descoordinados entre sí y fácilmente controlables por personalidades
magnéticas y atractivas, que permitan manipular sus emociones y controlar su
razonamiento”.
“Hoy somos testigos del
surgimiento de elites transnacionales vinculadas más allá de toda frontera
nacional. Seguramente, pronto las élites sociales de las naciones más
avanzadas serán altamente internacionalistas o globalitas en espíritu y en su
perfil intelectual. El Estado-nación cederá gradualmente su soberanía… Se
tendrán que hacer esfuerzos más intensos para darle forma a una nueva
estructura monetaria mundial, lo que llevará riesgos consecuentes a la posición
relativamente favorable de los EE.UU.”.
En este libro publicado hace 43
años, Brzezinski incluso prevé que “para el año 2018, la tecnología pondrá a
disposición de los líderes de las principales naciones una amplia gama de
técnicas para llevar a cabo guerras secretas para las cuales se necesitará de
apenas un mínimo de fuerzas de seguridad en el campo. Una nación podrá atacar a
otra nación competidora de manera encubierta utilizando medios bacteriológicos,
o debilitar totalmente a la población (aunque con un mínimo de fatalidades)
antes de controlar a sus Fuerzas Armadas. Alternativamente, técnicas de
modificación climática podrán emplearse para generar periodos extensos de
sequía o de tormentas…”.
Este es el mismo Zbigniew Brzezinski que desde los estrados del CFR anunció hace pocos años que el mayor peligro actual para los ‘dueños del poder mundial’ yace en “el creciente despertar político de las masas”.
Como podrá apreciar el lector,
estamos todos inmersos en una verdadera guerra global de alcances mundiales,
por más que la gran mayoría de la población no haya tomado conciencia cabal de
ello….
¡aún!
Adrian Salbuchi para RT
Adrian Salbuchi es analista
político, autor, conferencista y comentador de radio y televisión en
Argentina. www.proyectosegundarepublica.com